DESDE LA ORINA DE RATAS HASTA LA COSTA DE ORO: HIDEYO NOGUCHI
Hace tiempo que circula por la red una noticia alarmista. Se trata de un bulo y ya ha sido desmentido por varias plataformas dedicadas precisamente a señalar la falsedad de estas “búfalas”, como dicen los italianos. Existen varias versiones del chisme pero todas coinciden en indicar la muerte de una o más personas a causa de la leptospirosis, una grave enfermedad bacteriana que puede ser transmitida por la orina de roedores. El contagio se habría producido al beber refrescos directamente de la lata pues ésta, durante su almacenamiento y transporte, pudo haber estado en contacto con roedores que orinaron o defecaron sobre ellas. Lo cierto es que es poco probable que estos productos hayan estado en contacto con roedores; además, las empresas aplican medidas de seguridad y de desinfección; por si esto no fuese suficiente, está demostrado que la supervivencia de las baterías en ambientes secos, como pueden ser las superficies metálicas de las latas, es muy limitada.
Leptospirosis es una enfermedad conocida desde antiguo, (posiblemente algunas descripciones de Hipócrates o de Galeno se refieran a ella), pero su etiología bacteriana se la debemos al médico japonés Hideyo Noguchi (1876 - 1928).
Hace unos años, mi amiga Kyoko me regaló un billete de 1000 yenes como recuerdo de su visita a España. Me dijo que el personaje que aparecía en él era un destacado científico japonés. Lo que más me gusta del billete es el reverso, con el monte Fuji reflejado en el llago Motosu y las flores de cerezo de Sakura. Hoy, la casualidad me ha llevado al anverso, el busto de Noguchi.
Nació en la hoy tristemente célebre provincia de Fukushima, en el seno de una humilde familia de agricultores. Con poco más de un año de edad, un accidente con un brasero le inutilizó la mano izquierda de por vida. Solo gracias a su talento y a su constancia, pudo sobreponerse a su discapacidad, estudiar y graduarse en Medicina, en 1898, en la Universidad de Tokio, interesándose principalmente en microbiología y enfermedades tropicales. Dos años después se trasladó a Estados Unidos: en el Instituto Rockefeller de Nueva York desarrolló su carrera profesional. Entre sus logros científicos está la demostración de que el agente causante de la sífilis es la bacteria Treponema pallidum, abriendo nuevas y prometedoras vías para la búsqueda de tratamientos efectivos. Y, como hemos dicho, él fue quien descubrió el agente causante de la leptospirosis: una bacteria espiroqueta bautizada como Leptospira icterohaemorrhagiae.
Noguchi se interesó después por la fiebre amarilla, que creía causada también por una bacteria (en realidad es causada por un virus). En 1927, en el curso de sus investigaciones, decidió viajar hasta la Costa de Oro, (la actual Ghana), para estudiar in situ la enfermedad, que se había establecido de manera endémica en la región, con una presencia constante y habitual de la población local. Tristemente, quizás al no conocer que la infección se transmite por la picadura de un mosquito, Noguchi enfermó y falleció al año siguiente a causa de la misma ad que estaba estudiando.
La dedicación y el sacrificio de Noguchi, un verdadero mártir de la ciencia, son un ejemplo inspirador para los científicos e investigadores aun hoy, casi un siglo después de su muerte.




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